La leyenda negra. Historia del odio a España

El libro de Alberto Gil Ibáñez que desmonta el relato dominante anti español desde su origen, hasta sus reminiscencias en la actualidad

Imagen del autor del libro , Alberto Gil Ibáñez

En la actualidad, y ya desde finales del siglo XX, está de moda pedir indemnizaciones y reivindicaciones por cuestiones históricas relativamente recientes, aunque también de siglos ya muy pasados. Son sucesos acaecidos bajo el poder de gobernantes dictadores, de naciones imperialistas que, no por ello han dejado de existir o han desaparecido, pues siempre tienen una causa para seguir resurgiendo en cualquier lugar del mundo.

No obstante, exceptuando alguna protesta local e injustificada o solamente por afán separatista, España es la única nación que siempre se quedó callada ante las críticas de los otros, a pesar de ser la nación más antigua de Europa, el país colonizador de mayor humanidad y mestizaje, capaz de divulgar el cristianismo y la cultura europea de forma pacífica a otros continentes, y de haber contribuido con mayor esfuerzo y suficiencias al desarrollo de la historia.

Como española asentada en Alemania desde 1980 y como persona dedicada a la cultura, me he pasado más de cuarenta años divulgando la historia de España, ensalzando sus grandezas y trasmitiéndosela a mis estudiantes de la Universidad de Jena, así como a otros públicos a través de conferencias, congresos y conciertos. No niego que tuve que discutir con mis paisanos en muchas ocasiones para defender todo aquello que hizo grande a España, pero entonces no tenía tantos argumentos como los que he podido encontrar resumidos, a pesar de ser un libro extenso, en el libro de Alberto Gil Ibáñez: La leyenda negra. Historia del odio a España.

La lectura de este libro me ha hecho derramar lágrimas y enardecerme de odios por las injusticias adjudicadas a mi patria, pero, igualmente, me ha hecho sentir la dicha de comprobar que ese sentimiento que quedó arraigado en mi esencia, a pesar de no vivir ya en mi tierra, no estaba ni idealizado como tampoco fue una invención de mi mente. Y, realmente, llego a la conclusión de que sería España la que más reivindicaciones debería exigir al mundo entero. También me ha producido angustias no haber sabido de todos los hechos que describe Ibáñez tan acertadamente y tan verídicos para habérselos dado a beber a mis estudiantes.

El libro consta de varios grandes bloques antecedidos por un Prólogo y todos prolíferos en capítulos y subcapítulos.
El primer bloque lleva el encabezamiento: España: un misterio sin resolver. En este apartado se explican de forma general las causas de la hispanofobia, de la ausencia de autoestima del español y de sus complejos, así como de la influencia que tienen los relatos a la hora de desmerecer las hazañas de un país.

Portada del libro, «La Leyenda negra. Historia del odio a España».

La que el autor llama la primera parte se ocupa de: La Guerra de propaganda exterior: Los hispanófobos. En ella está explicada minuciosamente la falsa propaganda de naciones envidiosas como fueron Inglaterra, Francia y, más tarde, Estados Unidos y otras potencias colonizadoras que exterminaron o menospreciaron a los indígenas o aborígenes de los países conquistados y que, sin embargo, pasaron la mala fama al Imperio Español. Para ello, el autor expone hechos concretos de dichos países y la forma de como los ocultaron, tanto para esconder sus crímenes como para evitar que se dieran a conocer los triunfos españoles. Esta parte, como todas las demás, está repartida en grandes capítulos, cada uno con perfilados subcapítulos, y los temas que aborda globalmente son: La falsificación de la historia de España: la leyenda negra; Desmontando la leyenda negra en Europa; Desmontando la leyenda negra en América; El Imperio contraataca: España frente a Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos.

Esta parte la considero esencial para acabar con los complejos que nos han querido inducir y los cuales, hasta la fecha, no hemos sido capaces de combatir, aun sabiendo – o no- que más de una de esas teorías ha sido inventada para destruir los valores de una nación que fue la que descubrió lo que había más allá de nuestros mares: América. Y que lo que España llevó a aquellas tierras no tuvo parangón en ninguna de las otras colonizaciones llevadas a cabo por otras naciones. Fuimos los únicos que nos mezclamos con la población indígena, que creamos hospitales y universidades conjuntamente para los de allí y para los que llegaron, además de otras proezas.La segunda parte se refiere a la hispanofobia dentro de nuestro propio país y lleva los apartados: La leyenda negra interna: Hispanofobia e Hispanobobería; La falta de conciencia nacional: Carencias y ausencias destacadas; La leyenda negra al servicio del separatismo. Aquí se habla de ese desamor del español por las grandezas de su país, de la falta de unión entre los españoles a la hora de defender eso que con buen acierto llamamos “patria” y de la tendencia que se tiene en España de valorar siempre más lo que viene de fuera. También marca las pautas que hacen surgir los sentimientos separatistas sin conciencia ni razón y expone las mentiras que han acompañado nuestra historia a la hora de narrar los hechos por la influencia que tuvieron en ello las otras naciones envidiosas con respecto al imperio territorial de España – que no imperialismo- durante varios siglos. Declara muy abiertamente que estas envidias consiguieron promover el sentimiento separatista que hoy día nos ataca y nos recuerda algo que quieren ignorar los separatistas y es, que nunca existió un “Reino de Cataluña” ni un “Reino de Vascongadas”, porque eran territorios incluidos en el Reino de Aragón y en el de Castilla respectivamente.

Tras un recorrido minucioso por la historia de nuestro país, de nuestra gran nación, llegamos a la conclusión de que España ha aportado al mundo occidental la mejor carga de nuestra civilización occidental y que fue capaz de trasportarla por completo al que una vez llamamos “Nuevo Mundo”.

En estas dos primeras partes, Ibáñez emplea un tono de enfado- bien justificado y como defensa ante las críticas externas- para contarnos todos los pormenores de la llamada conquista o colonización de América. Sus comparaciones con las otras colonizaciones no españolas las hace con una especie de reproche por la malicia con que los demás nos trataron por envidia, describiendo, al mismo tiempo, la ecuanimidad y consideración con que España siempre correspondió a esas críticas y falsas acusaciones. Comenta que, de haberse enfrentado a ellas, nuestra nación estaría ahora mucho más considerada y podría reivindicar los daños que se le produjeron.
La tercera y última parte, La leyenda negra en la actualidad: En busca de nuevos hispanófilos, trata de combatir el complejo español, habla de la poca autoestima de nuestros compatriotas y de los pros y contras de la situación española, centrándose en dos capítulos grandes que llevan el título: ¿Puede ser España un país normal? La pervivencia del complejo español, para terminar con un hálito de esperanzas en el último capítulo: España en marcha: Un gran pasado para un gran futuro.

Aquí el autor cambia su actitud para convertirse en un filósofo social semejante a Aristóteles y a sus escritos sobre Ética y tratando de encontrar soluciones para salvar España como unidad y como gran nación, pero, todo ello, sin mostrar un partidismo político ni confesional, sino abierto a la diversidad cultural y referido a la búsqueda del bien común de todos los ciudadanos.

Sus frases, sus pensamientos, todas sus líneas no buscan ni el éxito de sus escritos ni la crítica de los que no piensan como él. El autor trata solamente de recordarnos cuál fue la historia real de la nación española para que volvamos a amarla, a estar orgullosos de ella, y, como consecuencia, para acabar, en primer lugar, con esa leyenda negra que nos adjudicaron sin razón y que, desgraciadamente, son muchos españoles – hispanófobos o “hispanobobos”- que se jactan con satisfacción de ella; y en segundo lugar, el autor nos propone acabar con las rencillas y sentimientos separatistas que lo único que hacen es ridiculizar nuestro país ante el mundo globalizado, al mismo tiempo que nos debilita políticamente ante las grandes potencias. Los aportes y las propuestas que hace en esta última parte del libro constituyen las teorías de humanidad, diversidad cultural dentro de una unión como grupo en el que el idioma nos identifica como hermanados. Y ahí se encuentra incluida Hispanoamérica. Añade, por no perder su esperanza de salvar España, cómo debemos actuar para que el futuro español sea un futuro positivo y para ello nos incita a reconocer a nuestros héroes o personas que, por sus acciones, obras, descubrimientos, valores intelectuales o científicos, altruismo, espiritualidad, etc., se destacaron entre los demás, proponiéndolos como maestros, profesores, docentes y también como políticos para que el sueño de nuestra España futura se haga realidad. Pues es obvio que las próximas generaciones necesitan de referencias de grandes figuras de la historia para contribuir a ello y nuestra nación tiene infinitud de ellas.

Este libro hace llorar por las injusticias pasadas y actuales con las que se trata a nuestro país. Al mismo tiempo, nos hace gritar de rabia por no haber buscado soluciones tempranas, pero esa última parte mueve a la esperanza de mejorar nuestra situación si enmendamos nuestra actitud ante la patria.

Nunca tuve en mis manos un libro sobre la Historia de España que me explicara tan concretamente todos los hechos de ella y de forma tan convincente, tanto del pasado como, especialmente, de la actualidad, además de basarse en fuentes reales y fidedignas porque se nota todo lo que Ibáñez ha leído, investigado, trabajado, para mostrarnos simplemente la verdad de los hechos. Por ello, considero que sería el manual adecuado para todos los alumnos y, por supuesto, para todos los estudiantes que tengan esta asignatura en sus carreras. Pero, sobre todo, para aquellos que sabemos amar a nuestra tierra por ser la cuna de todos nuestros antepasados y ancestros a los que debemos nuestra existencia en este planeta.

Acerca del autor:

Alberto Gil Ibáñez, nacido en 1963 en Madrid (España), es un brillante ensayista, docto en temas sociopolíticos y un grandioso hispanista. Conocedor profundo de los lazos de unión de toda la comunidad hispanohablante aboga por mantener esa interrelación entre los pueblos de ambos lados del Atlántico a través de encomiendas comunes tanto políticas como culturales.

Doctorado en Derecho por el Instituto Universitario de Florencia (Italia), doctorado también y con premio extraordinario en Ciencias de las Religiones, es miembro del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado y Diplomado en Ciencia Política y Derecho Parlamentario por el CEPC. Pero no son solo sus extensos estudios los que le dan su categoría de ensayista sino su amor a España y la esperanza que transmite para rehabilitar el daño que se le hizo injustamente durante tantos siglos.

La profundidad de sus escritos, la validez de sus fuentes y su forma de expresar su mensaje incita a la reflexión y más de uno de nosotros desearía que fuera el político que rige las pautas de nuestros países, tanto por su claridad de justicia como por su ansiedad de paz y armonía entre todos los países hispanos y más allá de sus fronteras.

Detalles del libro:

Editorial ‏ : ‎                      Libros En El Bolsillo; N.º 1 edición (24.01.2023)
Idioma ‏ : ‎                         Español
Tapa blanda ‏ : ‎             640 páginas
ISBN-10 ‏ : ‎                       8411314324
ISBN-13 ‏ : ‎                       978-8411314329
Peso del producto ‏:  ‎410 g
Dimensiones ‏ : ‎          50 x 50 x 28 cm

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